“El
arma más poderosa en el Ajedrez
es tener la próxima jugada” (David Bronstein)
Entre los muchos puntos en común que podemos encontrar entre las empresas y el ajedrez, hoy quiero hablar de uno que humaniza ambos mundos, es el error de “la esperanza”.
Muchas
veces, cuando estamos pensando una jugada, empezamos con el cálculo de “si
hace esto, yo contesto así y entonces tiene que responder así ...”
El
error "esperanza" consiste en las veces que nos centramos en las respuestas
del rival que “querríamos” que hiciera y no valoramos todas sus posibles
respuestas. De esta forma nos convencemos de la “bondad” de nuestra
jugada en base a las respuestas que nos interesa que el otro haga, y
claro, puede que las haga o puede que no.
Esto que parece de Perogrullo, resulta que es un error que se da también en la vida profesional.
He
participado en brainstormings de lanzamiento de producto donde se
esgrimían argumentos del tipo “si la competencia hace esto o esto,
nos beneficia en este sentido…” y casualidad o no, todas las posibles
“jugadas” de la competencia nos daban a nosotros como ganadores. No quiero parecer un gran gurú, pero puedo afirmar que en la
vida real de mercado en competencia, no todas las posibles respuestas
nos dan siempre como ganadores.
Tanto
en el ajedrez como en el análisis de repercusiones en el mercado del
lanzamiento de un nuevo producto, como casi en cualquier otro ámbito de
la empresa en el que se implique a un tercero, la solución a este tipo
de errores, viene por la objetividad, la valoración realista de tu
posición y posibilidades, como en el ponerte “en los zapatos” del otro,
pensar como si fueras “tu rival” buscando su mejor opción, y una vez que
la encuentres, pensar un antídoto para ella.
Cuando
juegas muchas partidas, terminas por entender que los rivales se
empeñan en hacer lo que ellos consideran mejor para ellos, por lo que
aprendes a pensar como si fueras ellos, aprendes a mirar con ojos
críticos, valorando objetivamente tus opciones, sin sobreestimarlas (ni sub-estimarlas, que también es un grave error)
Respecto
a este punto concreto, la mejoría como jugador viene cuando eres capaz
de aplicar un filtro de realismo a tus opciones, jugando basándote en la
calidad de tus decisiones y no en los errores del contrario.
Desde
el punto de vista de un departamento de marketing es el mismo
planteamiento: el mejor producto es aquel que satisface una necesidad,
lo hace en una proporcionalidad de beneficio-coste y además la
competencia, por muy bien que lo haga, tardará mucho en replicar (o
directamente no pueda hacerlo). Un producto que se base en que la
competencia haga lo que nos convenga, nos habrá supuesto tiempo,
esfuerzo y dinero para que su vida útil sea mínima al ser rápidamente
contrarrestado por un producto mejor (su mejor jugada)
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